Que la vida no vaya más allá de tus brazos.
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve, y único horizonte de carne;
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...
Que yo pueda caber con mi verso en tus brazos,
que tus brazos me ciñan entera y temblorosa
sin que afuera se queden ni mi sol ni mi sombra.
Que me sean tus brazos horizonte y camino,
camino breve, y único horizonte de carne;
que la vida no vaya más allá... ¡Que la muerte
se parezca a esta muerte caliente de tus brazos!...
Dulce Maria Loynaz
Imagen:Nicoletta Tomas

Odel, en este poema cabe un mundo entero, me ha llegado al alma, gracias por traerlo
ResponderEliminarMe alegro te guste Rebeca y gracias a ti por la visita
ResponderEliminarQue... me dejas sin palabras de nuevo...
ResponderEliminarTienes un don para juntar el arte...
Eres extraordinaria!
Besos!
Precioso,un momento mágico ese abrazo...
ResponderEliminarLos abrazos siempre tienen algo de mágico
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