Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste... No sé si te quería...
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí...
Pero te digo adiós, para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti”.
JOSÉ ÁNGEL BUESA

Las despedidas siempre son tristes.
ResponderEliminarLos versos son preciosos.Gracias.
Si maite tristes y a veces dolorosas, pero asi es la vida
ResponderEliminarMagnífico. Estas letras son hondas dentro de mi. Y lo seguiré amando y no amaré a nadie igual y nunca lo olvidaré.
ResponderEliminarUn abrazo Odel