
Tal vez, oh mar, mi voz ya esté cansada
y le empiece a faltar aquella transparencia
aquel arranque igual al tuyo,
aquello que era tan parecido a tu oleaje.
Han pasado los años por mí, sus duras olas
han mordido la piedra de mi vida,
y al viento de este ocaso playero ya le miro
doblándose en las húmedas arenas.
Tú, no; tú sigues joven, con esa voz de siempre
y esos ojos azules renovados
que ven hundirse, insomnes, las edades.
Rafael Alberti
Imagen:Ran Ortner
Precioso, la inmensidad del mar, y su eterna existencia pasando de generación en generación.
ResponderEliminarMe encanta esta poesía, gracias por traerla. La imagen...sin palabras
Joven, joven hasta la muerte.
ResponderEliminarMuy bella Odel.
Un abrazo
Cristina
¡Precioso, Odel!
ResponderEliminargracias a todas,os agradezco vuestros comentarios,eso me anima
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