Una mujer sabe de escalofríos,
de noches silenciosas que arrugan el alma
y vuelven de algodón, las esquinas de una alcoba solitaria y húmeda.
Una mujer, sabe cuando debe de callar las caricias
que se agolpan en las manos
y mientras, duerme los sentires , así, suave-mente
¡cómo sabe una mujer!
Una mujer despierta en la noche y siente frío;
está sudando la piel, (añeja de memorias y olvidos)
pero siente el frío de quien conoce el destino de los sueños.
Una mujer, jamás dirá que ha soñado,
se limitará a sonreír y en esa sonrisa
tal vez, logre acompañar a la quimera del deseo cumplido
y deje, al fin,
de acariciar mañanas solitarias y noches pueriles.
Una mujer no ignora cuando debe de permitir a los labios que derramen las palabras olvidadas.
Mientras,
-esa mujer-
seguirá muriendo
porque sabe que debe morir y no teme al cancerbero de la niebla
que acuna los susurros de la nana de vida.
Pero no dirá nunca que está amando porque esa mujer conoce, los desencantos y el miedo del mundo;
del mundo que se sabe enamorado de esa mujer.
Una Mujer sabe que debe esperar cuando ha visto una mirada.
¡Lo sabe!
Juana Corsina

Bonita entrada, Odel!!
ResponderEliminarBesines,
Para ti Carmen, me alegro te guste
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