24/1/16

Dos mudos


Cuarenta años habían vivido juntos
y el lenguaje se había ido haciendo más difícil de entender
al principio habían sabido algunas palabras
luego se fueron contentando con movimientos de cabeza:
cama y comida.
Durante cuarenta años se las arreglaron así en su vida diaria.
Sus rostros fueron adquiriendo calma, la de las piedras.
Pero alguna vez aparecía un intérprete ocasional:
un gato, una puesta de sol extraordinaria.
Escuchaban con un destello de inquietud
trataban de contestar, eran ya dos mudos.                                 

Solveig von Schoultz 

3 comentarios:

  1. Muy dura esta entrada y me parece real y triste.
    Un abrazo y buena semana.

    ResponderEliminar
  2. Odel, disculpa, te dejo otro comentario mas porque he vuelto a leerlo, me ha impactado. Pero es la vida..., en algunas parejas.
    Otro abrazo!

    ResponderEliminar
  3. Triste y duro pero es verdad Rive Hay parejas así por desgracia
    gracias por tu visita

    ResponderEliminar