3/9/17

Tardes de domingo




Algunas tardes de domingo tienen
los ojos tristes.
Es como si en ellas
se hubiera detenido la vida para siempre.
Lirios azules, pensamientos,
silenciosa enredadera de las madreselvas;

las humildes flores de la estación tiemblan.
Un tren se pierde borroso en la lejanía
y es la imagen de un tiempo que no existe;
un cuadro, una inquietante eternidad.
Otro silba y pasa como el vértigo.
El universo se precipita en su abismo.
Pero los rostros de los viajeros
no se inmutan, todo parece irreal,
extrañas figuras
en un tren absurdo como la vida.
Y dan pena los campos, su verde esplendor
como dispuesto para algo, algo hermoso,
algo feliz. Da pena el verde solitario.
Y nadie sabe qué luz extraña se posa en las paredes.
Y nadie sabe 1o que busca en esas tardes,
ni la razón de su maniática tristeza.
Y nadie sabe por qué
le ahoga su corazón sin nadie.
Angeles carbajal



26/8/17

Sueños

Todo transcurría rápidamente,
menos los sueños.
noche a noche los sueños
eran cada vez más lentos y más largos.
Pronto se escaparon de las noches
y ocuparon también los días.
Día a día los sueños
eran cada vez más lentos y más largos.
Y llegó el momento en que los sueños
se apropiaron de todas las noches y de todos los días
 entonces empezó el Diluvio.
Rafael Argullol

9/7/17

Necesito


"No sabes cómo necesito tu voz;
necesito tus miradas
aquellas palabras que siempre me llenaban,
necesito tu paz interior;

 necesito la luz de tus labios".
Mario Benedetti

20/6/17

Carta de Frida K Diego


Mi amor, hoy me acordé de ti aunque no lo mereces tengo que reconocer que te amo. Cómo olvidar aquel día cuando te pregunté sobre mis cuadros por vez primera. Yo chiquilla tonta, tu gran señor con mirada lujuriosa me diste la respuesta aquella, para mi satisfacción por verme feliz, sin conocerme siquiera me animaste a seguir adelante. Mi Diego del alma recuerda que siempre te amaré aunque no estés a mi lado. Yo en mi soledad te digo, amar no es pecado a Dios. Amor aún te digo si quieres regresa, que siempre te estaré esperando. Tu ausencia me mata, haces de tu recuerdo una virtud. Tu eres el Dios inexistente cada que tu imagen se me revela. Le pregunto a mi corazón por que tu y no algún otro. Suyo del alma mía. Frida K.

18/6/17

LLuvia


El doctor Macphail miraba la lluvia. Comenzaba a crisparle los nervios. No era como nuestra suave lluvia inglesa que cae dulcemente sobre la tierra: era implacable y, en cierto modo, terrible. Se sentía la malignidad de las fuerzas primitivas de la naturaleza. No parecía caer, sino que corría a torrentes. Era como un diluvio del cielo, y resonaba sobre el techo de fierro acanalado con una persistencia enloquecedora.
Lluvia". - W.Somerset Maugham”