29/11/08

Memorias



Caía la lluvia, el viento zarandeaba los árboles deshojados, y de tiempos pasados viene una imagen, la de un hombre alto y delgado, viejo, ahora que está más cerca, por un camino inundado. Trae un callado al hombro, un gabán embarrado y antiguo, y por él se deslizan todas las aguas del cielo. Delante vienen los cerdos, con la cabeza baja, rozando el suelo con el hocico. El hombre que así se aproxima, difuso entre las cuerdas de lluvia, es mi abuelo. Viene cansado, el viejo. Arrastra consigo setenta años de vida difícil, de privaciones, de ignorancia. Y no obstante es un hombre sabio, callado, que sólo abre la boca para decir lo indispensable. Habla tan poco que todos nos callamos para oírlo cuando en el rostro se le enciende algo así como una luz de aviso. Tiene una manera extraña de mirar a lo lejos, incluso siendo ese lejos la pared de enfrente. Su cara parece haber sido tallada con una azuela, fija aunque expresiva, y los ojos pequeños y agudos, brillan de vez en cuando como si algo que estuviera pensando hubiera sido definitivamente comprendido. Es un hombre como tantos otros en esta tierra, en este mundo, tal vez un Einstein aplastado bajo una montaña de imposibles, un filósofo, un gran escritor analfabeto. Algo que no podrá ser nunca.
(...) Pero la imagen que no me abandona en esta hora de melancolía es la del viejo que avanza bajo la lluvia, obstinado, silencioso, como quien cumple un destino que no podrá modificar.

José Saramago

25/11/08

El Primer Beso


La bese y ella volvio a cerrar enseguida sus manos sobre mi,para tenerme muy cerca
Sin llgar a estrechame entre sus brazos,me atrajo hacia ella con una dulzura sobre inigualable a la de su boca sobr la mia.Sus labios mas suaves que l alluvia alcaer sobre su scabellos y,en su boca,el sabor del nectar y de la ambrosia.
El primer beso fue muy afable,ligero y firme al mismo tiempo,tierno y dulce preo,en todo momento,plenamente gratificante,excitante y casto,Nos abrazamos con las bocas muy proximas y, ahunque yo no sabi amuay bien que hacer,aquello era algo muy agradable.

El segundo beso fue muy diferente.Mi lengua recorrio sus labios,que se abrieron.Ella se colgo de mi,mientras que una irrefrenable fogosidad relegaba la cuestion virginal aun segundo plano.Introduje despues mi lengua hasta los lugares mas reconditos de su boca,saboreando la irresistible dulzura de aquella chiquilla,manteniendola contra mi,sisntiendo mi propio pecho sus suaves y calidos senos.
Al finalizar el beso,ella se relajo.Entonces, tome su bello rostro entre mis manos para besar su cara por todas partes,en lo sparpados,en las smejillas,en sus pequeñas orejas y sobre su diminuta nariz.Ella ronroneaba como si fuera un gato grande acosado sobre una alfombra mullida delante de un buen fuego.
La bese en la agarganta,en el pelo,en la nuca.Podia percibir como crecia en ella el deseo,al que el mio queria crecientemente corresponder.Ella tenia la piel suave,satinada,y sus caabellos oliaan a heno recien cortado.

Lawence Block

23/11/08

James Joyce a Nora Barnacle


2 de diciembre de 190944

Fontenoy Street,


Dublín Querida mía, quizás debo comenzar pidiéndote perdón por la increíble carta que te escribí anoche. Mientras la escribía tu carta reposaba junto a mí, y mis ojos estaban fijos, como aún ahora lo están, en cierta palabra escrita en ella. Hay algo de obsceno y lascivo en el aspecto mismo de las cartas. También su sonido es como el acto mismo, breve, brutal, irresistible y diabólico.
Querida, no te ofendas por lo que escribo. Me agradeces el hermoso nombre que te di. ¡Si, querida, "mi hermosa flor silvestre de los setos" es un lindo nombre! ¡Mi flor azul oscuro, empapada por la lluvia! Como ves, tengo todavía algo de poeta. También te regalaré un hermoso libro: es el regalo del poeta para la mujer que ama. Pero, a su lado y dentro de este amor espiritual que siento por ti, hay también una bestia salvaje que explora cada parte secreta y vergonzosa de él, cada uno de sus actos y olores. Mi amor por ti me permite rogar al espíritu de la belleza eterna y a la ternura que se refleja en tus ojos o derribarte debajo de mí, sobre tus suaves senos, y tomarte por atrás, como un cerdo que monta a una puerca, glorificado en la sincera peste que asciende de tu trasero, glorificado en la descubierta vergüenza de tu vestido vuelto hacia arriba y en tus bragas blancas de muchacha y en la confusión de tus mejillas sonrosadas y tu cabello revuelto. Esto me permite estallar en lágrimas de piedad y amor por ti a causa del sonido de algún acorde o cadencia musical o acostarme con la cabeza en los pies, rabo con rabo, sintiendo tus dedos acariciar y cosquillear mis testículos o sentirte frotar tu trasero contra mí y tus labios ardientes chupar mi pija mientras mi cabeza se abre paso entre tus rollizos muslos y mis manos atraen la acojinada curva de tus nalgas y mi lengua lame vorazmente tu sexo rojo y espeso. He pensado en ti casi hasta el desfallecimiento al oír mi voz cantando o murmurando para tu alma la tristeza, la pasión y el misterio de la vida y al mismo tiempo he pensado en ti haciéndome gestos sucios con los labios y con la lengua, provocándome con ruidos y caricias obscenas y haciendo delante de mí el más sucio y vergonzoso acto del cuerpo. ¿Te acuerdas del día en que te alzaste la ropa y me dejaste acostarme debajo de ti para ver cómo lo hacías? Después quedaste avergonzada hasta para mirarme a los ojos.
¡Eres mía, querida, eres mía! Te amo. Todo lo que escribí arriba es sólo un momento o dos de brutal locura! La última gota de semen ha sido inyectada con dificultad en tu sexo antes que todo termine y mi verdadero amor hacia ti, el amor de mis versos, el amor de mis ojos, por tus extrañamente tentadores ojos llega soplando sobre mi alma como un viento de aromas. Mi pija está todavía tiesa, caliente y estremecida tras la última, brutal embestida que te ha dado cuando se oye levantarse un himno tenue, de piadoso y tierno culto en tu honor, desde los oscuros claustros de mi corazón.
Nora, mi fiel querida, mi pícara colegiala de ojos dulces, sé mi puta, mi amante, todo lo que quieras (¡mi pequeña pajera amante! ¡mi putita folladora!) eres siempre mi hermosa flor silvestre de los setos, mi flor azul oscuro empapada por la lluvia.


JIM

20/11/08

Dolor infantil



Mi madre gimio Mi padre lloro
En el peligroso mundo irrumpi
Indefenso,desnudo, llorando


Tras debatirme en las manos de mi padre,
y rebelarme contra mis pañales,
ceñido y agotado,lo pense mejor
y me hundi en el pecho de mi madre

Willian Blake

3/11/08

Miradas Ajenas




Le molestaban las miradas de los hombre que se detenian un momento para buscar su sexo.Apenas se insinuaba,debido a la posicion de las piernas,pero bien sabia que ella definia su condicion femenina y justificaba sus curvas,sus brazos torneados,su dorada cabellera.Tampoco le gustaba exibir los senos apena delineados ahunque armoniosos,y sin embargo los mirones posaban la vista en ellos y,si venian en grupo,se alejaban entre risas y espresiones indecentes.Los hombres ,solo en cambio, se iban con la cabeza gacha,como hablando consigo mismo.Por fotrtuna no podian verla de espaldas;ella, en cambio,miraba con simpatia el desfile de las mujeres jovenes,que nunca devolvian su interes. Ansiaba vestirse con ropas que al cubrirlas desviara la atencion ajena,pero sabia que debia esperar
Le habia escuchado decir al decorador."Apenas pueda ocuparme de ese maniqui terminare el escaparate."


David Lagmanovich