En un libro viejo -de unos cien años-
olvidada entre sus hojas,
encontré una acuarela sin firma.
Debe haber sido obra de un artista muy bueno.
Llevaba como título "Presentación del amor".
Pero más bien correspondía "- del amor de los sensuales en
extremo".
Porque era manifiesto al contemplar la obra
(fácilmente percibíase la idea del artista)
que a los que aman en cierto modo regularmente,
que permanecen dentro de lo que de todas maneras se permite,
no estaba destinado el adolescente
de la pintura -en unos ojos pardos, oscuros,
con la hermosura peregrina de su rostro,
la belleza de la atracción anómala;
con sus labios ideales que llevan
el placer a un cuerpo amado;
con sus miembros ideales creados para lechos
que la moral corriente llama vergonzosos.
olvidada entre sus hojas,
encontré una acuarela sin firma.
Debe haber sido obra de un artista muy bueno.
Llevaba como título "Presentación del amor".
Pero más bien correspondía "- del amor de los sensuales en
extremo".
Porque era manifiesto al contemplar la obra
(fácilmente percibíase la idea del artista)
que a los que aman en cierto modo regularmente,
que permanecen dentro de lo que de todas maneras se permite,
no estaba destinado el adolescente
de la pintura -en unos ojos pardos, oscuros,
con la hermosura peregrina de su rostro,
la belleza de la atracción anómala;
con sus labios ideales que llevan
el placer a un cuerpo amado;
con sus miembros ideales creados para lechos
que la moral corriente llama vergonzosos.
Kavaffis
Imagen:Gregorio Sciltian
Imagen:Gregorio Sciltian
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