Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevan mucho pero, no habrá quien no deje nada."
Mi querida Anaïs, ¿Qué son las despedidas si no saludos disfrazados de tristeza? Lo mismo que el deseo y el placer de verte mientras te desnudas y te envuelves en la sábanas. Nunca has sido mía. Nunca pude poseerte y amarte. Nunca me amaste o me amaste demasiado o me admiraste como la niña que toma una lente y se pone a ver cómo marchan las hormigas y cómo, en un esfuerzo incasable y lleno de fatiga, cargan enormes migajas de pan. Qué son aquellas noches lluviosas en medio de la cama de un hotel. Qué el recuerdo de nuestros pasos por la calle, en el teatro o en la sala de conciertos. Qué son los recuerdos de los celos y de tus amantes y de June y de mis amantes.
A veces nada ocurre y todo pasa, y la vida es débil música mojada por la lluvia -quizá tan sólo desconsuelo-; ella misma me tiende no sé si una mano o una trampa; un papel en el que escribo un poema para huir de las manos oscuras del miedo. Angeles Carbajal
Tu carta se quedó inacabada en el último renglón de la melancolía. Llueve. La habitación, casi a oscuras, es una burbuja. Detrás de los cristales un cielo impetuoso golpea lo que debiera deshojar; verdes ramas que hubieran debido ser nuestras y son de la tempestad y de la lejanía. Crece la humedad entre las piedras de la casa que guarda a contraluz otras vidas que fueron realidad y sueño, prisioneras del tiempo. Ellas conocieron también esta verde soledad mojada de frío; gotas de lluvia verde cayendo solas, mojándonos de ausencia, mojándonos de sueño. Mojadas están las cartas que escribió la melancolía de la vida que huye cuando tú no estás y la tarde es tan sólo una tormenta de verano y de nunca más. Angeles carbajal
Dices que me analizo demasiado, pero a mí me parece que aún no me conozco lo suficiente; cada día que pasa descubro algo nuevo. Viajo por dentro de mí como por un país desconocido, pese a haberlo recorrido ya cien veces." Cartas a Louise Colet, Gustave Flauber Imagen: David Mueller