Fukuda Chiyo-ni
Imagen:Kuroda Seiki
Tus caricias. El mar. Los cocoteros.
La sábana enredada entre tus piernas.
El maitre del hotel, su voz de frío:
«Veinticuatro horas, ¡ya sabe!».
Supe que un día era un plazo inconcebible,
que tan sólo unas horas bastarían.
Conocí el huracán, la madreselva.
Conocí el ancho cielo interminable.
Conocí las espadas y el enigma,
la boca del dolor, la del deseo,
la súplica que anuncian los labios no besados,
qué tibio el corazón cuando se precipita.
Cuantas mujeres hay en este mundo
las conocí por ti. En ti dormían.
De "Las cartas marcadas"
Eduardo Garcia
Imagen: Pang Maokun
Amo mi cuerpo cuando está con tu cuerpo,
es un cuerpo tan nuevo
de superiores músculos y estremecidos nervios.
Amo tu cuerpo, amo sus actos,
amo sus preguntas, amo, palpar las vértebras
de tu cuerpo y tus huesos y la estremecida
firme suavidad a la que quiero
una y otra vez besar, amo este beso,
esto y aquello de ti,
quiero frotar suavemente el sacudido vello
de tu eléctrica piel, y lo que sea acabe
en dividida carne... y los grandes ojos, trozos de amor,
y tal vez la estremecida emoción
tan siempre renovada de estar sobre ti.
E.E. Cummings
Imagen:Tomasz Rut
"¡Qué hermosa vida!", goza el hombre, sintiéndose acariciado por esos ojos...
Su mano se mueve hacia ella bajo las sábanas, pero se inmoviliza antes de tocarla, en cuánto percibe una tibieza en el lienzo.
Allí se detiene como un peregrino ante el santuario final, mientras se deja mecer en las ondas tranquilas del aroma femenino.
Sus párpados, al cerrarse poco a poco, van adoptando una expresión final de beatitud.
Ya dormido, la mujer inmóvil le sigue contemplando enternecida.
Sonrisa de niña descubriendo al hombre; mirada de madre ante el hijo en la cuna; emocionada serenidad de hembra colmada por su amante.
La sonrisa etrusca (1985)-Jose Luis Sampedro.
Imagen :Rossana Stagnaro Frias
"Si uno no olvidara nada, tampoco podría recordar nada. El olvido es un océano en el que flotan las islas de la memoria y, dentro de ese océano, hay corrientes, remolinos y profundidades insondables. A veces emergen bancos de arena que se incorporan a las islas; otras simplemente desaparecen."
El sabor de las pepitas de manzana -Katharina Hagena,
Imagen:Elihu Vedder