
Avísame
para acostumbrarme a tu despedida,
para que a los viejos pinos
no los azote el viento,
y no huyan los pájaros
sombríos
del jardín
Margarita Scandroglio
Imagen:Felix Vallotton
Sólo vivimos
para el instante en que admiramos
el esplendor del claro de luna,
la nieve, la flor del cerezo
y las hojas multicolores del arce.
Gozamos de día excitados por el vino,
sin que nos desilusione la probreza
mirándonos fijamente a los ojos.
Nos dejamos llevar
-como una calabaza arrastrada
por la corriente del río-
sin perder el ánimo ni por un instante.
Esto es lo que se llama el mundo que fluye,
el mundo pasajero.
Asai Ryoi
Imagen: Willian Turner
El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento
nadando por el mar, del mar sediento:
el mar que muere y nace en un reflejo.
El mar y tú, su mar, el mar espejo:
roca que escala el mar con paso lento,
pilar de sal que abate el mar sediento,
sed y vaivén y apenas un reflejo.
De la suma de instantes en que creces,
del círculo de imágenes del año,
retengo un mes de espumas y de peces,
y bajo cielos líquidos de estaño
tu cuerpo que en la luz abre bahías
al oscuro oleaje de los días.
Octavio Paz
Imagen.Carmen Gomez
“Desde la galería del estudio sólo se veía el jardín interior del templo, la residencia principal interrumpía la vista. Era un jardín oblongo, no muy artístico, pero la luna bañaba la mitad de su superficie, de modo que hasta las piedras exhibían colores variados por efectos de las luces y sombras. Una azalea blanca parecía flotar en la oscuridad. El arce rojo que se levantaba cerca de la galería aún tenía hojas tiernas, pero la noche los oscurecía. En la primavera, la gente solía tomar por pimpollos las yemas rojo-brillante de aquel árbol y preguntaban de qué flor se trataban”.
Yasumari Kawavata
Imagen:Jorge Pizanelli.
"De la mañana a la noche se está a la espera de algo que nunca llega. Se espera y se espera. Y no ocurre nada. Y se sigue esperando, y esperando, y esperando... y pensando, y pensando, y pensando... hasta que duelen las sienes. Y no ocurre nada. Y estás solo. Solo... Solo..."
Novela de ajedrez Stefen Zweig
Imagen:Mario Sironi
Pienso en ese hombre que besa como si el mar fuera a
desbordarse, que siembra su sonrisa en mi piel con la altivez de
la espiga, que dibuja mi soledad sobre la niebla.
Pienso en ese hombre, dócil a mis ojos, fiel, pleno, íntegro.
En su vuelo humedecido sin tiempo y sin espacio.
Como primavera sobre el trigo del otoño.
Pienso en ese hombre que inventa soles, aguas de seda al tacto
y una verdad sencilla para amarme.
Ese hombre cierto,inconstante, mío.
En el callado temblor de sus latidos, en sus ojos de oscuros
desafíos.
Pienso en ese hombre que me espera con dulce arrobamiento.
En su cabello de trigo que me inunda en un pleamar de pétalos y
trinos.
Ese hombre:
Sol salvaje, río de música y silencio, pájaro en el alba.
Pienso en ese hombre y hay aroma en la música y color en el
aroma, claveles recién abiertos y flores niveas en mis sueños.
Yanira Soundy
Imagen:George Watts
“Ahora ya hace unos días que empecé esta carta, la había interrumpido por mi trabajo en una nueva pintura que representa el exterior de un café por la noche. En la terraza hay pequeñas figuras de gente bebiendo. Una linterna de color amarillo inmenso ilumina la terraza, la fachada, la acera e incluso arroja luz sobre los adoquines de la calle que tienen un tono violeta rosado. Las fachadas de las casas, como un camino desapareciendo debajo de un cielo azul tachonado de estrellas, son de color azul oscuro o violeta con un árbol verde.
Aquí tienes un cuadro nocturno sin negro, sin nada más hermoso azul y violeta y verde, y en este entorno la zona iluminada mismo colores amarillos pálidos azufres y verde limón. Me divierte enormemente pintar la noche justo en el lugar
Carta de Vincent Van Gogh a su hermana