1/1/11

Poema Acuatico


Mi vida era tan desnuda

como las grises peñas,
mi vida era tan fría
como las blancas alturas,
pero mi juventud se sentaba con ardientes mejillas
y se regocijaba: ¡ya llega el sol!
Y el sol llegaba y yo desnuda me tendía
todo el largo día sobre las grises peñas -
y entonces una fría brisa del rojo mar llegaba.


Edith Södergran


Imagen: Willian Bourgeau

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