La novia de esta estremecedora pintura es Alma Mahler, que fue la amante de Kokoschka durante mucho tiempo. Su relación se basaba prácticamente en el sexo, que les obsesionaba. Su pasión era tal que se dieron cuenta de que se amaban, por lo que ella huyó de él. Kokoschka se convirtió en un hombre triste, pintando su estudio de negro y realizando este gran lienzo en homenaje a su ferviente amante.
No hay mejor forma de representar los sentimientos que el expresionismo, el cual usaba trazos gruesos, líneas duras, poco color en general. El pintor exprimía sus sentimientos y los lanzaba al lienzo, para hacernos partícipes a los espectadores de lo que ocurre en su interior. La fuerza expresiva de esta Tempestad nos hace suponer que la pérdida de su amante fue muy dura, brusca.
La huida de Alma Mahler supuso la pérdida de la razón del artista y esto lo podemos ver en el lienzo, que no tiene color, ni alegría, simplemente son trazos angustiados porque se había enamorado de ella. Por eso, en el cuadro posan en un momento para él eterno, como es abrazados el uno al otro.
Aunque se ha tachado a veces el expresionismo como brutal, como un movimiento depravado (Hitler lo consideró así), en este lienzo podemos ver la capacidad emotiva del movimiento. Se puede ver en el lienzo el interior, lo subjetivo, de tal modo que ya no se dedican a pintar la realidad, sino a sentirla.
Imagen:Oskar Kokoschka
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