Habernos conocido
un otoño en un tren que iba vacío;
La radiante, aunque cruel
promesa del deseo.
La cicatriz de la melancolía
y el viejo afecto con el que entendemos
los motivos del lobo.
La luna que acompaña al tren nocturno
Barcelona-París.
Un cuchillo de luz para los crímenes
que por amor debemos cometer.
Nuestra maldita e inocente suerte.
La voz del mar, que siempre te dirá
dónde estoy, porque es nuestro confidente.
Los poemas, que son cartas anónimas
escritas desde donde no imaginas
a la misma muchacha que un otoño
conocí en aquel tren que iba vacío.
Joan Margarit
Imagen: Vivian Maier
4 comentarios:
Hermosa y poetica entrada.
Saludos.
Sill
Un poema escrito de forma anónima...
Que hermosas palabras las que nos dejas aquí.
Un abrazo
Qué bonito poema! Y la imagen, preciosa también.
Besos,
Me alegro os haya gustado
gracias por las visitas
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