Pueden los libros cambiar las vidas de las personas?....
Carlos María Domínguez es argentino aunque reside en Montevideo desde hace quince años. Escritor, crítico literario y periodista, está convencido de que los libros cambian las vidas de las personas y así lo demuestra con este relato corto, La casa de papel.
Un extraño libro, La línea de sombra, llega a las manos de un profesor que sustituye a una colega, Bluma Lennon, en el Departamento de Lenguas Hispánicas de la Universidad de Cambridge, que ha fallecido tras ser atropellada por un automóvil cuando cruzaba la calle, embelesada con un poema de Emily Dickinson. A partir de ahí comienza un canto poético no exento de ironía a la literatura, a los libros, a esas historias universales que han cambiado tantas vidas y, en algún momento, dieron un giro a nuestra forma de pensar.
"Decía mi abuela que los libros son peligrosos", señala el narrador de esta historia, el profesor argentino que se hace cargo del libro dirigido a Bluma, quien preparaba una tesis sobre Conrad. En él descubre una dedicatoria escrita por la propia Bluma: "Para Carlos, esta novela que me acompañó de aeropuerto en aeropuerto, en recuerdo de los locos días de Monterrey. Lamento ser un poco bruja y haberlo advertido enseguida: nunca harías nada capaz de sorprenderme. 8 de julio de 1996". Desde el momento en que lee la dedicatoria, el narrador/profesor entrará en la intimidad de Bluma y querrá descubrir el secreto que comparte con Carlos.
Pero no le será fácil encontrar a Carlos, un bibliófilo uruguayo cuya única pasión en la vida son los libros. Pasión, del latín passio-onis, es decir, padecer, sentimiento, estado de ánimo o inclinación muy violentos que perturban el ánimo, como el amor vehemente, el odio, la ira, los celos o un vicio. "El tamaño de la biblioteca importa", "una biblioteca es una puerta en el tiempo", "los libros cambian el destino de las personas", son sentencias que se deslizan entremedias de esta minihistoria potente, poderosa, poética, con misterio, intriga, amor y muerte. "Y qué quiere el deseo?. Hallar su límite", manifiesta un amigo del bibliófilo apasionado, del lector compulsivo.
Me lo lei en una tarde en la consulta del medico y mientras esperaba que cesara el chaparron para salir a la calle.
Recomendado para todos los que aman los lisbros y les gusta leer.Es un canto a la vida de los libros.
1 comentario:
Pero, ¿dónde consigues tantos libros bellos?
Apiádate de mí, vivo en una ciudad sin librerías.
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