¡Ah ! ¡Que sensacion tan agradable inunda todas mis venas,cuando por casualidad mis labios tocan los suyos o nuestros pies se encuentran debajo de la mesa!
Los aparto como un rayo y una fuerza secreta me acerca de nuevo en contra de mi voluntad.El vertigo se apodera de todos mis sentidos y su inocencia, su alma candida,no le permite siquiera imaginar cuanto me hacen sufrir estas insignificancias. Si pone su mano sobre la mia mientras hablamos o si en el calor de la conversaci on se aproxima tanto a mi que su divino aliento se confunde con el mio ,creo morir, como herido por el rayo.
Las Desventuras del Joven Werther-J.Wolfang Von Goethe
Imagen:Arthur Hughes
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