Su pelo negro un cantico parece,
relucen sus miembros con brillo de nata,
y su hermoso cuerpo se percata
de que en sonidos sutiles se mece.
Tendida yace y casi implorante,
en una otomana recostada,
como si fuera una bandera izada
tendida hacia la gente amante.
Sonrien en sus manos las violetas,
envian aromas al observador ,y a la criada
ante el altar se arrodilla devota.
Sus cabellos,su mirada remota
atraen,y no diganos la amada
humildad de sus caderas prietas
Robert Walser
Imagen:Tiziano
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