12/6/10

Noche



Fabian Perez

La noche sugiere, no enseña. La noche nos encuentra y nos sorprende por su extrañeza; ella libera en nosotros las fuerzas que, durante el día, son dominadas por la razón.

Brassai




A menudo pienso que la noche está más viva y más rica de colores que el día.

Vincent Van Gogh




Van Gogh

Y si en la noche hay algo queriendo amanecer es simplemente un hombre que besa a una mujer.

José Ángel Buesa




3 comentarios:

Amilcar Moretti dijo...

Realmente, hay que agradecer tu voluntad, perseverancia y dedicación, además de la mirada para elegir imágenes y de la sensibilidad para optar por pensamientos, reflexiones y líricas, que has puesto y pones, desde hace tiempo, en la construcción de este blog. Es admirable. Tal constancia no la explica el ocio ni la comodidad material. Hay otro afecto, otra sustancia y actitud más consolidadas, que explican o dan un indicio valioso del ropósito inicial y último en esta tarea de serenar ojos e imaginación. Gracias.
Amilcar Moretti
La Plata. Argentina.
www.moretticulturaeros.com.ar

Amilcar Moretti dijo...

En todo tu trabajo hay una sensualidad que apunta o rodea al cuerpo femenino. En el desconocido territorio de internet donde todo es posible y nada puede ser cierto, mucho más que un espejo de espejos que por rebote y destellos parece apuntar a la vida que pasa rápido, a veces en estado de web se cae en la tentación –es una referencia sólo personal- hacia la desconfianza absoluta o bien hasta la credulidad que te convierte en más que vulnerable. Eso, más allá de géneros, identidades o cuerpos, no desmiente la sensualidad corpórea, final y delicada, llena de redondeces, concavidades y ondulaciones convexas, todo mujer, hueco tierno y musgoso. Es un camino de ida hacia lo cálido y lo húmedo, refugio y hueco que no termina y del cual, al final, al abrir los ojos, también uno se queda afuera, varón o mujer, de nuevo en el mundo. No es extraño que la noche convoque. Fría o cálida, es el afuera, la otra parte del día. El mundo de afuera es diurno, se ve o no se advierte pero está y puede golpearte y por eso hay empeño en transformarlo, en lucharlo, en resignarse. La noche da lugar a los espectros, esconde y apacigua, puede traer la muerte y hasta el terror, pero también la ceguera de lo oscuro y, desde allí cuando todo ha acabado, o se cree que ha terminado ahuecado en lo vaginal, ya nadie existe y todo queda en la nada, una nada apacible. El dolor, dicen, tal vez sea mejor elección que la nada, pero la nada no tiene exigencias. No hay conciencia y la mujer, su interior, es eso: ausencia y contenido, deseo y búsqueda, refugio y sueño del guerrero, comienzo de la lucha o término de la pelea. La mujer es la noche, la oscuridad, la nada rica y llena. En la nada no hay quejas. Es como si fuese la serenidad, la eternidad.
Amilcar Moretti
Argentina
amilcar@moretticulturaeros.com.ar
www.moretticulturaeros.com.ar

Odel dijo...

Gracias Amilcar por tus palabra son muy halagadoras