Escribe una carta de amor solamente
que tenga la semilla de un gran suspiro
y después olvídala en la memoria
para que yo la pueda escuchar.
De noche, cuando duermes,
aunque tú no lo sabes, vengo a buscarte:
mi límite frío de sueño
se compagina con el tuyo,
vivimos sobre dos desiertos
que al atardecer se transforman en colinas
y desnudo mis senos en la noche
ansiosa de que tú lo mires.
Alda Merini
Imagen:Gianni Strino
2 comentarios:
Cómo me ha encantado esta poesía Odel....preciosa
Gracias por traerla aquí
Rebeca
Gracias a ti Rebeca por la visita
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