Me senté en la terraza.
el silencio era absoluto.
Veía encenderse y apagarse
las luces interiores
de las casas.
Un viento suave, húmedo,
me acariciaba el rostro...
es el mundo -me dije-,
y es un lugar maravilloso.
Karmelo Iribarren
Imagen:Frederick Childe Hassan
1 comentario:
Esta poesia es preciosa. Felicidades.
Publicar un comentario